LA VIDA EN LA WEB

La posibilidad de encontrar amigos de la infancia, comunicarnos fácilmente entre nuestros contactos, la oportunidad de abrirnos a conocer otras personas que pueden ser la conexión para alcanzar metas, sueños o proyectos, son hechos que la tecnología contribuye a llevar a cabo. Sin embargo, las personas, por esa misma vía, se pueden encontrar con perfiles de personas que no existen,  ser víctimas de bullying  virtual o sexting, entre otras cosas.

El mundo parece abierto a nosotros en sólo un click; pero, también, nos mostramos al mundo. Desde ACTIVA, SOCIEDAD EN ACCIÓN, los invitamos a pensar, ¿Qué ven los que nos ven?, ¿Qué momentos de nuestra vida mostramos? ¿A quién le abrimos la ventana e invitamos a mirar?

Hace unas semanas, acompañe a adolescentes de una entidad educativa a una charla sobre el uso correcto de la tecnología. Allí, aconsejaron revisar la lista de amigos y borrar a aquellos con los que nunca hablamos y no conocemos en persona, porque, “puede haber una intención detrás para saber sobre nosotros”.

El sociólogo Erving Goffman estudió sobre la  interacción social. Para dicho autor, el mundo es un teatro y sus habitantes, los actores. Se supone que las personas saben cómo deben comportarse ante determinadas situaciones, es decir, un estudiante tratará de mostrarse como un buen alumno frente a su docente, un empleado actuará para su jefe como se supone que lo hace un buen trabajador; y, así con cada situación de interacción. Ahora, podemos aplicar lo abordado por Goffman a las redes sociales. Sacando algunas excepciones, mayormente, se muestran los momentos felices, donde las sonrisa brillan y todo parece ser color de rosas. Así, recortamos y contamos solo una parte de nuestra vida.

Un detalle importante es ¿Qué parte del universo puede ver nuestras publicaciones? Por ello es necesario revisar que cosas son públicas y cuáles son aquellas restringidas a un “mundo reducido”. También,  se puede considerar cuánto comprende ese espacio.  Es necesario ser cuidadosos, que nuestra vida privada siga siendo así, en parte, depende de nosotros.