El invierno se acerca y con el descenso de las temperaturas comienzan los
deseos de ingerir comidas calientes y más elaboradas. Para evitar excesos, Figurella, por medio de una gacetilla elaborada por la Dra. Silvia Caminotti, sugiere algunos tips, los cuales nos
ayudarán a no aumentar de peso a pesar del frío.
Tips Nutrición
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Realizá las 4 comidas principales del día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
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Entre comidas podés optar por alguna colación, ideal para esta época:
frutas secas, caldos de verduras, frutas en compotas sin azúcar o asadas,
queso descremado. Otras utilizadas durante todo el año: frutas frescas, yogurt
descremado, gelatina.
- Cociná tus
comidas en horno, grill o cacerola. Preparaciones como: carnes con vegetales,
guisos de cereales o legumbres con vegetales sin el agregado de grasas, Pastas
con vegetales y salsas livianas.
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Evitá productos de pastelería elaborados con grasas y azucares: tortas,
facturas, budines, son exquisitos pero muy calóricos. Utiliza panes integrales
o galletas de arroz con mermelada light y quesos descremados.
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Hidratate durante todo el día, por más que no sientas sed, el agua es
fundamental para los procesos del organismo y nada la reemplaza. Podés tomar, además, infusiones, jugos de frutas, caldos.
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Seguí con tu plan de actividad física, no porque cambie de estación debes
abandonar tus buenos hábitos, recuerda que más que una cuestión de estética
debes hacerlo por salud.
Hidratación
Con la llegada de los meses de frío,
el consumo de agua se ve afectado; pero existen varias razones por las cuales
se hace necesario mantener su ingesta durante todo el año:
- El agua compone cerca del
60 por ciento de nuestro cuerpo, es indispensable en los procesos de digestión,
absorción, distribución de nutrientes, transporte y desecho de elementos
tóxicos.
- Bebiendo las cantidades
recomendables de agua, el hígado, los riñones, el sistema digestivo e
inmunológico cumplen muy bien con sus funciones, se lubrican las articulaciones
y mejoran la resistencia de los ligamentos.
- El agua actúa además como
protector, ya que controla la temperatura, ayuda a mantener los niveles
adecuados de acidez en el cuerpo y retarda los procesos de envejecimiento.
Un consumo equilibrado de este líquido ayuda también a mantener la belleza del
cabello, las uñas y la piel, la cual perfectamente hidratada luce brillante, ya
que se da una regeneración celular por medio de un soporte suficiente de
minerales y por supuesto de oxígeno.
- El agua disminuye el
apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada, por lo tanto se la
asocia con pérdida de peso.
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