Hace unos años atrás, cuando los barbijos no eran utilizados
masivamente, transite por la calle, feliz, por el logro de un objetivo. Una
persona que pasó frente a mí, me dijo: “Que lindo ver a alguien caminando
sonriente”. Esto me hizo dar cuenta de una realidad, sin pensarlo, un gesto
mostraba lo que había en mi interior, alegría.
Hoy, por el contexto en el que vivimos, vemos como
las situaciones que causan alegría, tales como un casamiento, la defensa de la
tesis o la entrega de un título académico, se comparten a la distancia. Pero eso
no opaca la satisfacción por el logro obtenido. Hay casos donde la alegría va a
venir acompañada de modalidad virtual, los abrazos van a llegar al alma sin
pasar por el contacto físico. Hay momentos que no son como soñamos; pero, la
alegría se hace presente, tal vez, con una sonrisa o una lagrima de felicidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario