En octubre de 2018, Katya Campos Luque, decidió dejarse las canas y registrar su camino de transición en su cuenta de Youtube. Hoy, desde ese mismo canal de Youtube (Katya Campos Luque), el grupo de Facebook (Mi transición a las canas); y, su cuenta de Instagram (Katya Campos Luque), inspira a mujeres en el proceso de dejarse de teñir y lucir las melenas blancas.

ACTIVA, SOCIEDAD EN ACCIÓN, conversó con Campos Luque, sobre su decisión de dejarse las canas, el cuidado que debe tener el cabello blanco; y, lo que significa para ella, inspirar y aconsejar a otras mujeres que se encuentran en Perú, como ella, o en otros lugares del mundo.

La decisión

“Tengo canas, por herencia, desde los 18 años”, indicó Campos Luque.

Si bien, le gustaba como le quedaba el cabello blanco a una de sus tías, cuando llegó el momento, no quiso dejar su melena al natural, puesto que ya se hacía iluminaciones; pero, con la llegada de las canas, comenzó a teñirse. “Una cosa es tener una iluminación; y, otra cosa es cuando comienzas a tener un lunar de canas sobre todo en la parte de adelante, al momento que te crece con el tinte, ya se te nota la raíz”, comentó; y, añadió: “Eso me empezó a representar un problema, porque tengo el cuero cabelludo muy sensible, entonces, cada vez que me teñía, para mí, era un volcán reventando mi cuero cabelludo, se me ponía como carne viva. Luego, se me descascaraba la crosta que se me había formado”.

En un primer momento, se podía teñir cada cuatro o cinco semanas; pero, después, cada dos o tres semanas, porque se le notaba el crecimiento de la raíz. En esos momentos, mencionó que le preguntaba a su marido “¿Me las dejó?”, a lo su esposo lo contestaba afirmativamente. La respuesta cambiaba cuando las consultadas eran su mamá y sus amigas, las cuales le decían que estaba “loca”, que “se iba a ver como una vieja”, que se “olvide y saque esa idea”.

Luego, de pensar si se dejaba de teñir por dos años, a sus 42, dijo: “Me lo voy a dejar y punto”. Le comentó su decisión a su esposo, que siempre le respondió afirmativamente. Después, se lo comunicó a su papá y su mamá; y, a “todo el mundo”, por medio de un posteo en Facebook, para evitar comentarios, preguntas o que piensen que se “había abandonado”. Así, en Facebook publicó: “Les cuento mi secreto, tengo canas, mi pelo es blanco; y, he decidido volver a lo natural”. 

En octubre de 2018, a los cinco meses de su decisión, quería que su transición a las canas quede registrada, entonces, consideró que si los dejaba en su celular se le iba a llenar la memoria, que lo indicado era publicarlo en su cuenta de Youtube.

Durante esos primeros meses, encontró en Pinterest “un montón de mujeres que ya habían empezado con esa locura. Yo creía que era la única y había muchas mujeres”, mencionó. Sin embargo, la gran mayoría tenían una característica, hablaban en inglés. Entonces, pensó que como ella, había otras mujeres y dijo: “Voy a ayudar, porque a mí me costó muchísimo encontrar información sobre el cuidado de las canas o como hacer la transición”.

Ella, comparó su transición con el embarazo: “Al principio estas con la raíz horrible. La gente piensa que tú te has dejado, que no tienes plata. Tu misma te ves al espejo, no estas segura y dices que estoy haciendo”.  “Luego, te vas acostumbrando con la idea, porque ya te empiezas a encariñar, ya comienzas a tener la ilusión, como con el embarazo, ya pasan los malestares, nauseas,  mareos; y, empiezas a ilusionarte con que vas a comprar las mediecitas o el cochecito. Lo mismo pasa con las canas, piensas, ya me voy a comprar mis productos”, agregó.

Ligado a lo anterior, comentó que “cuando ya tienes una buena cantidad de canas y empiezas a cuidarlas, te encariñas con todo el proceso, que usas el shampoo  matizador o que, para suavizarlas les pones mascarilla. También, comienzas a comprar ropa para verte mejor, la mente comienza a aceptarlo; y, llega el momento en que te ves bonita, ya no ves la hora de terminar con el proceso”.

En cuanto a su transición, la cual duró 10 meses,  dijo que tardó ese tiempo, “porque todos los meses, yo me hacía, recortes de puntas, como que el cortar iba a apurar a que crezca más; pero,  en realidad, no. Entonces, a las 10 meses  me decidí hacer un corte final”.

Luego de que el peluquero no le hiciera un corte que le gustara y que le dejara las puntas con tinte. Fue a visitar a su hermana que es muy habilidosa. Entonces le pidió que le corte el cabello, copiando un modelo.  “Me quito todo el tinte; y, yo no podía más con mi felicidad”, recordó.

Volviendo a la comparación con el embarazo, explicó que el “último tiempo te da pena. Es como cuando vas a dar a luz, te da pena la barriga, porque ya no la vas a tener, ya no vas a estar embarazada. Me paso igualito con mi transición”. “Una vez que ya vi mi corte se me paso eso y estaba feliz”, agregó.

Mis canas son…

Katya Campos Luque descubrió su verdadero color de cabello, y se dio cuenta que “es bonito, que no es una señal de vergüenza, sino de orgullo, representa lo que eres de verdad, que te aceptas a ti misma tal cual eres, un referente de que tienes cierto camino andado, al igual que las arrugas”.

La visión de la imagen de uno

Katya Campos Luque habló sobre como la visión que una persona tiene de su imagen es importante, al decir que cuando se miraba, veía una mujer mayor. "Hasta que un día mi esposo me dice que ese corte de pelo, le hace acordar a Meg Ryan en la película Ciudad de Ángeles. Al segundo me volví a mirar en el espejo, lo relacioné a la actriz y me encantó mi corte”. “Solamente es cambiar el chip de lo que ves”, añadió.

Ligado a lo anterior, explicó: “Si asocias las canas con vejez, eso es lo que vas a ver; pero, si las relacionas con libertad, con corte moderno, te ves  lo máximo, te sientes feliz”.

Ella, comentó que desde que comenzó a dejarse crecer sus canas “he ido aprendiendo un montón de cosas sobre mí. Yo no me había dado cuenta de lo esclava que estaba, no me había dado cuenta que no podía salir en las fotos, en videos. Corte una parte de mi vida, porque tenía vergüenza de mostrarme”. “Ahora, puedo salir feliz, no me avergüenzo de ninguna foto, porque no me importa, es una libertad almática y espiritual, realmente, son ataduras, no te das cuenta, porque sigues la corriente del mundo. Es un cambio por dentro.”, afirmó.

“Siempre les digo a las mujeres que van a empezar que lo decidan bien, así les tome dos años, como a mí, porque si no están decididas van a terminar frustradas, se van a pintar el cabello otra vez; y, la segunda vez, les va a ser más difícil empezar.  Piensen bien lo que están dejando, lo que van a recibir, porque el camino es difícil”, planteó.

¿Cuándo debería dejar de teñirse una mujer?

“Es una cuestión personal. Creo que debería dejar de teñirse si se siente esclava, fastidiada, si se oculta, no puede salir a la calle, porque le crecieron las raíces”, explicó.

A continuación, señaló: “No creo que deba dejar de teñirse alguien que le encanta, se ve feliz con mil colores; y, no le pasa nada en su salud. Sé que el tinte hace daño; pero, si está feliz, que siga”.

¿Cómo cuidar un cabello con canas?

Katya campos Luque explicó que “lo más importante es cuidarlas del sol, porque el sol amarilla las canas. Hay que cuidar el cabello del calor extremo como la plancha. Si se empieza a oxidar tienes que usar un matizador. También, la cana tiene una estructura molecular más gruesa, necesita suavizarse, por eso, es importante, hidratarla”.

Ella, también, indicó que hay que tener en cuenta que una “cana teñida, sigue siendo cana, sigue teniendo la misma forma”.

Pertenecer a un grupo de apoyo

Durante su transición, se relacionó con otras mujeres que compartían el mismo camino. Hoy, desde las redes sociales antes mencionadas, brinda un espacio para acompañar a las flamantes canosas.

Con respecto al grupo de apoyo, dijo que es “muy importante, porque se te hace más fácil, tienes a quien preguntarle, a alguien que te lleva la delantera”.

Aconsejar a otras

Cuando su proceso termino, su canal de Youtube, comenzó a tener más seguidoras, entonces, continuó.  Actualmente, entre sus seguidoras se encuentran personas de México, Argentina, España, Perú, Colombia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Puerto Rico, Venezuela y latinas que viven en Estados Unidos.

“Me preguntaban y, la verdad, fue todo sorpresivo. Yo decía con que ayude a una está bien”, expresó.

En medio de la repercusión inesperada, indicó: “Deje registrado todo lo que podía, lo que iba aprendiendo lo grababa y lo subía”.

“Hasta el día de hoy sigo aprendiendo cosas, no es que sea experta. Aprendí maquillaje, porque no sabía maquillarme”. “Los tonos no van igual, porque las canas son tonos fríos, te quedan más bonitos  tonos de maquillaje de acuerdo a tu piel”, señaló.

En cuanto a la vestimenta dijo que tuvo que “cambiar la ropa, porque con las canas ya no quedaban bien”. “Tuve que aprender a vestirme, cambiar algunas prendas, fui adaptando algunas piezas y combinar mejor”, mencionó.  

“Estoy segura que Dios encamino todo esto, porque en mi ha crecido un amor que solamente viene de Dios para todas esas mujeres que están siguiéndome.  Cuando yo les digo que las amo, es verdad, para mí son lindas, me preocupa como están, no, solamente, su transición”, culminó.